¿Una nave extraterrestre?: para un científico de Harvard, el misterioso objeto que viaja en el espacio puede venir a salvarnos o destruirnos

Descubierto el 1 de julio, el misterioso objeto que viaja en el espacio a 217.000 kilómetros por hora captó la atención de la comunidad científica y planteó un inquietante debate acerca de si es o no una nave extraterrestre que se acerca a la Tierra con intenciones hostiles.
Descubierto por el Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System, el proyecto financiado por la NASA y desarrollado por la Universidad de Hawai para detectar objetos cercanos a la Tierra (NEO), el 3I/ATLAS mostró características anómalas “sorprendentemente extrañas” si se asume que es un objeto natural, como un cometa.
En su artículo “¿Es el objeto interestelar 3I/ATLAS tecnología alienígena?”, los astrónomos Adam Hibberd, Adam Crowl y Abraham “Avi” Loeb advirtieron que el misterioso objeto parece ser demasiado grande para ser un asteroide interestelar común, con una órbita inusual, retrógrada. Es decir, se mueve contra el flujo del sistema solar.

Por otro lado, si fuera un cometa, debería mostrar evidencia de degasificación, pero hasta la fecha, no hay “absolutamente ninguna señal de actividad cometaria” en los análisis espectroscópicos
Además, captó la atención de los investigadores que el 3I/ATLAS “sorprendentemente” se acercará a Venus, Marte y Júpiter, cuando la probabilidad de alineación de estos tres planetas es “inferior a 0.005 por ciento”, sin mencionar que cuando su órbita alcance el punto más cercano al Sol —el 29 de octubre de 2025— estará completamente oculto.
Este sería un punto “óptimo” para realizar una “maniobra Solar Oberth inversa”, es decir, una estrategia de alto empuje para frenar y quedar ligado al Sol, lo que permitiría que el objeto —de ser una nave extraterrestre— pueda llevar a cabo cualquier acción “clandestinamente”, como una “llegada sorpresa” a la Tierra.
¿Es 3I/ATLAS una nave extraterrestre? La comunidad científica en alerta
Loeb, cientifico y profesor de la Universidad Harvard en Cambridge, Massachusetts, Estados Unidos, planteó que el objeto podría ser una “nave nodriza”, cuya misión es desplegar sondas en planetas habitables mientras el 3I/ATLAS “continúa su viaje hacia la siguiente estrella”
“Podría venir a salvarnos o a destruirnos. Será mejor que estemos preparados para ambas opciones” hipotetizó Loeb, a la par que comparó la llegada de una nave extraterrestre a la Tierra con una emboscada militar.
“Enfrentar a un visitante alienígena de alta tecnología podría sentirse como las defensas aéreas de Irán cuando aparecieron los bombarderos B-2 de Estados Unidos: silenciosos, imparables y abrumadoramente poderosos”, afirmó.
El estudio sugiere que la llegada óptima para una intercepción de la Tierra, o de una sonda o arma enviada por 3I/ATLAS, sería entre finales de noviembre y principios de diciembre de 2025. Aunque la energía de cambio de velocidad necesaria para interceptar nuestro planeta es siempre superior a 5 kilómetros por segundos, la posibilidad existe.
El estudio, aunque presentado en gran parte como un “ejercicio pedagógico” y sin que los autores necesariamente lo suscriban, sugiere que las consecuencias, de ser correcta esta hipótesis, “podrían ser potencialmente graves para la humanidad”.

La idea se vincula a la resolución del “Bosque Oscuro” de la “Paradoja de Fermi”, que postula que la ausencia de contacto con vida extraterrestre podría deberse a la naturaleza peligrosa de las civilizaciones avanzadas.
“Si la hipótesis de que 3I/ATLAS es un artefacto tecnológico resulta correcta, hay dos implicaciones posibles: o sus intenciones son completamente benignas o son malignas. En el primer caso, la humanidad solo necesita esperar y dar la bienvenida a este mensajero interestelar con los brazos abiertos. Es el segundo escenario el que causa sería preocupación”, indicó Loeb.
Otros expertos desacreditaron las afirmaciones de Loeb. Chris Lintott, astrónomo de la Universidad de Oxford, tildó las teorías de Loeb de “disparates sin fundamento”, y calificó la teoría de la sonda alienígena como un “insulto al emocionante trabajo que se está realizando para comprender este objeto”.
Sin embargo, Leob recurrió a la apuesta de Pascal para justificar su advertencia: “Blaise Pascal argumentó que es más inteligente creer en Dios porque los posibles beneficios de creer son mucho mayores que las pérdidas si te equivocas”, explicó.
En este sentido, sostuvo que “de manera similar, tiene sentido advertir a la humanidad sobre el riesgo de 3I/ATLAS, incluso si resulta ser solo una teoría”. “El costo de no advertir podría ser mucho peor que el costo de equivocarse”, afrimó.
Fuente: www.clarin.com